
Lo reconozco, me gusta el otoño y a la vez me entristece. ¿Será que la luz se va lentamente sin mi permiso? Es triste ver que la tarde se acorta y la noche se alarga. ¿A donde se marcha el sol? ¿Existen lugares donde es más feliz que aquí en mi ciudad? ¿Alguien nos consulta para una decisión tan importante? No, claro que no, solo somos unos pobres humanos a los que “nadie “consulta nada. Ni eso ni otras cosas. Porque si queríamos seguir en el “ limbo” y disfrutar sin mas ¿porque nos traen a este planeta tan absurdo?
Lo peor es que no sabemos a quien culpar….. porque lo del limbo……menuda palabrita . Hasta hora nadie me ha explicado que es y donde se encuentra. De niña me decían que era un sitio intermedio donde se esperaba hasta tener sitio en el cielo. Menudo cuento.
Una pregunta ¿saben los jóvenes que es eso? Porque entre tanto Internet y la falta de trabajo no creo que le preocupen esas cosas ¡Que extraño suena eso en la era de la tecnología! Una era donde nos podemos comunicar a grandes distancias y sin embargo no lo hacemos con la gente que tenemos al lado.Y…volviendo al otoño, que bonito ver los atardeceres desde cualquier sitio. No hay uno solo igual, casi se diría que los fabrica un gran soñador, o una gran soñadora, ¿porque no? estoy cansada de que todo se imagine en masculino: reclamo a la diosa.
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