lunes, 31 de marzo de 2008

Primavera



En realidad no sé si ha llegado la primavera, porque cada vez que asoma la patita se retira después y sale corriendo. Recuerdo cuando trabajaba en un periódico y llegaban noticias sobre el cambio climático. Nadie tenía en cuenta la gravedad del tema. En aquella época conocí a Miguel Pérez Turrado, un ingeniero que por amor a la naturaleza se hizo un gran especialista en dar conferencias sobre la lluvía acida. Casi nadie le tomaba en serio, pero él seguía insistiendo en que el planeta se estaba muriendo. Y un día su corazón dijo basta y nos dejó. Siempre le tengo en mi mente, porque era un hombre sencillo que puso su granito de arena para dar la alarma e intentar sanar las heridas de la tierra, nuestro hogar.

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