jueves, 28 de junio de 2012

Algo inesperado

Siempre se dice que la vida dá muchas sorpresas. Quizá es que andamos tan despistados que no sabemos leer las señales. Cada movimiento que hacemos - lo queramos o nó - causa unos efectos en nuestra vida y también en la de los demás. Lo digo porque hace unos meses conocí a gente estupenda que vive su trabajo con pasión. Me comentaron su proyecto y empezé a vivir con ellos una bonita experiencia. Querían contar en imágenes las dificultades que tuvieron los emigrantes cuando llegaron a Bilbao en los años 60.Les escuchaba hablar embelesada porque hacía tiempo que nadie conseguía sorprenderme de esa manera. La pasión que ponían en el proyecto hizo que poco a poco me sintiese como parte de él. Quizá porque mis palabras fueron marcando un pequeño camino que ellos generosamente me ofrecieron.Querían que la trayectoria de mi vida como emigrante fuera el hilo conductor de un documental .En él se contaría cómo se construyó un barrio en diez y ocho meses para poder instalar a gentes de toda España que vivíamos en las laderas de los montes de Bilbao.
Me alucinaba la idea de estar delante de la cámara cuando siempre había estado detrás fotografiando a mi antojo cualquier cosa. Reconozco que me asusté mucho pero siempre me han gustado los desafios. Me lo ponían tan facil que era una gozada quedar con ellos para rodar escenas que a veces me hacian sonreir y otras me movían muchas emociones. Un día me propusieron regresar al monte donde había vivido. Habían pasado muchos años y sólo quedaban unas escaleras que al verlas mi corazón dió un vuelco. De repente me ví de niña subiendo esas interminables escaleras, y ví también a mi padre cargando sacos  de arena y cemento. Aquellos años viviendo tan pobremente nunca los he olvidado. No teníamos luz, ni agua, pero nos sobraba alegría. Mis padres supieron convertir lo cotidiano en algo bueno. Ahora después de tanto tiempo, me siento agradecida a la vida. Fué muy emocionante ver el estreno del documental rodeada por mi familia y mis amigos. Pensaba que la productora haría un bonito trabajo, pero hizo algo más dificil, provocó muchas emociones.Había una gran armonia entre el texto y las imágenes. Todo fluía, y ahora después de unos meses me doy cuenta de que el título del documental " La casa de mi padre ", representa toda mi vida. Gracias a Carlos, Vitor, Sabin, Aitor, Diego, de Baske films, por hacer que casi haya tocado el cielo con los dedos. Gracias por vuestra confianza y generosidad. No lo olvidaré.

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